jueves, 28 de agosto de 2014

Una Gran Prueba para Nuestra Fe

Aunque no soy muy buena para escribir, mi esposo me está animando para hacerlo y creo que no solo el, si no Dios también me anima para que comparta un poco de todas las emociones y sentimientos que he tenido durante estos ya 8 meses desde que supe que necesitaba someterme a una cirugía de corazón abierto. 

Quizás no todo el mundo pueda verse reflejado en la cirugía como tal, pero si en las pruebas y retos que como todo hijo de Dios y venezolano estamos atravesando. Tengo mucho para contar, pero mi don de palabra no es muy buena, así que me disculpan los errores de semántica y redacción que imagino a medida que vaya escribiendo iré mejorando.

Como la mayoría de los matrimonios, Manuel y yo esperamos que Dios nos bendiga con hijos, nuestros planes iniciales eran esperar dos años solos y luego buscarlos, pero después de estar intentando por un año sin cuidarnos nada que podíamos, entonces mi ginecóloga me sugirió empezar a hacer exámenes más especializados para ver qué pasaba. Estos exámenes comenzaron en diciembre de 2013, y mi doctora encontró que tengo como se le llama coloquialmente "las trompas tapadas" por lo que me las iba a destapar en un sencillo procedimiento ambulatorio, pero en ¡pabellón!

Por este motivo necesitaba hacerme exámenes pre quirúrgicos  y bueno todo fue bien hasta que el cardiólogo encargado chequea mi RX de Tórax y dice que mi corazón está más grande de lo normal y que así no podía autorizar ningún procedimiento que tendría que hacerme más exámenes para ver que sucedía, fue en este momento cuando la angustia comenzó a florecer. Después de un ecocardiograma normal, un ecocardiograma transesofágico fallido (problemas técnicos), otro transesofágico en la ciudad de Mérida, y muchos exámenes más (cabe mencionar que en este tiempo para los que no sabe Venezuela estaba llena de protestas en las calles), después se determinó que tenía un Soplo (algo que ya conocíamos pero no sabíamos la magnitud del problema) y que no me podía a hacer ese procedimiento de destapar las trompas hasta que me lo corrigiera. Después de algunas consultas supimos exactamente lo que tenía: Comunicación Interauricular (CIA) Tipo Seno Venoso y también un Drenaje Anómalo Parcial de Venas Pulmonares, es decir, tenía un hueco donde no debía y una vena que llegaba a un sitio que tampoco debía, por lo tanto necesitaba la cirugía de corazón abierto para reparar todo.

Pasé unos cuantos sustos y tristezas: USTED NO PUEDE TENER HIJOS, me dijo el primer Doctor (que cuando lo vea otra vez le voy a decir un montón de cosas porque me lo dijo así sin anestesia y sin suficiente información). Se pueden imaginar la tristeza y el miedo que me dio ese día y llegar a decirle a Manuel que un Doctor me dijo que no podíamos ser papas. Pero para la gloria de Dios seguimos averiguando y las cosas no eran así.

Decidir dónde sería la operación fue otro proceso fuerte para mí, pues mis papas querían en Mérida y Manuel en Maracaibo. Sentí que no tenía apoyo de ninguno de las dos partes, me sentí entre la espada y la pared. Si decidía en Maracaibo mis papas se ponían bravos, si decía Mérida Manuel se iba a molestar, al final le deje la preocupación a Dios, pero tomando en cuenta cosas como aceptación del seguro médico, economía y experiencia de doctores. Dios sabía que era lo mejor para mí.

Algo muy importante que me enseñó Dios en este proceso fue que tarde o temprano toda pareja enfrenta decisiones difíciles, ya sea casarse, tener niños, mudarse, o tomar en cuenta las opiniones familiares para decidir sobre algo. Este proceso puede convertirse fácilmente en una lucha de poderes o en una pelea bastante dañina, una pareja puede apartarse del problema e incluso el uno del otro. Dios me enseñó que Manuel y yo somos UNO, mis papas ya no tenían nada que decidir por mí, ni la familia del él tampoco, por supuesto, no cayendo en irrespetos pues debo aun honrarlos y respetarlos “Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da” (Éxodo 20:12).

Visité varios Doctores, en Mérida y Maracaibo. Los de Mérida me gustaban mucho pero no había seguridad con los materiales del hospital pues como todos sabemos cómo está el país no se puede dejar nada al azar. En Maracaibo fuí a un doctor que me recomendaron muchísimo, se llama José Rivera, y quien al final fue el que me operó en el IECLUZ.

El proceso para obtener el dinero fue lo más traumático y dificultoso, logramos obtener el respaldo del seguro con 80.000 bsf. algo que ayudaba pero el presupuesto original de la operación era de casi 279.000 bsf. y luego subió 90.000 bsf. más en dos meses. No es como que si nosotros tuviésemos 300.000 bsf. sobrando ahí en una de las cuentas pero a pesar de todo Dios nos ha respaldado en cuanto a esto. 

En los próximos días pasare por aquí a dejar notas que estuve publicando en Facebook durante algunos meses, por supuesto falta mucho por contar, y es algo que queremos hacer, sentimos la necesidad de edificar a otros a través de nuestra experiencia, y estamos a la orden para cualquier cosa que deseen saber.

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